Teruel, 14 de Febrero de 2011.- De Cervantes a Cela, el jamón ha sido fuente de inspiración literaria. El autor del Quijote decía que “el mejor salvoconducto para el extranjero que viajaba por España era una brizna de jamón”. Cela aseguraba que “el jamón es buen pasaporte para la vida ya que está entre las más eficaces y escasas fuentes de felicidad que nos van dejando los apóstoles de los regímenes alimenticios”.

Aunque no tenemos constancia de que jamón aparezca en algún fragmento de la historia de los Amantes de Teruel, dejamos volar la imaginación y pensamos que un buen plato de jamón de Teruel pudo favorecer la relación amorosa de Isabel y Diego.

Este próximo fin de semana, la capital turolense retrocede al siglo XIII para celebrar las Bodas de Isabel de Segura. En las calles de la capital se representarán los últimos días en las vidas de los Amantes de Teruel, la más bella historia de amor jamás contada.

En las imágenes que ilustran este artículo, vemos a los que serán sus protagonistas, Diego de Marcilla (Gabriel Fuertes) e Isabel de Segura (Raquel Vicente). Con ellos hemos recreado el que pudo ser uno de sus escasos encuentros amorosos y, en este caso quien actua como Cupido, no es otro que nuestro jamón de Teruel.

Y es que la gastronomía tiene un espacio muy importante a la hora de conquistar el corazón de una persona. Alguien dijo que el jamón de Teruel es un sentimiento que se come, porque va del paladar al estómago y acaba conmoviendo al corazón. ¿Conquistaría Diego el corazón de Isabel con unas deliciosas virutas de jamón de Teruel? Probablemente.

La gastronomía también tiene un especial protagonismo en la celebración de las Bodas de Isabel durante el próximo fin de semana. En el Siglo XIII convivían en Teruel musulmanes, judíos y cristianos. De ahí su amplio abanico culinario. En los zocos y jaimas repartidas por todo el centro histórico se pueden degustar todo tipo de viandas. En las hogueras se asarán chorizos, longanizas, chuletas y careta de cerdo, como se hacía antiguamente.  Y aunque no es un producto ni exclusivo ni típico de la época medieval, colgando de cada una de esas jaimas no faltará el jamón de Teruel, el alimento más representativo de la provincia.